Huawei y la geopolítica del 5G

Reporte Especial | La pugna por liderar la tecnología del futuro entre Estados Unidos y China está comenzando a llenar titulares. Las compañías chinas Huawei y ZTE son las empresas más conocidas inmersas en esta batalla. No obstante, este pulso no solo afectará a estadounidenses y chinos: afectará a todo el mundo, y ya está empezando.

En vísperas de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2012, el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes definió a las compañías tecnológicas Huawei y ZTE como “amenazas a la seguridad nacional” por sus vínculos con el Gobierno chino. La táctica —que podría verse como exagerada a ojos no expertos— dejaba de manifiesto las prioridades estratégicas de Washington: mantenerse a la cabeza de la jerarquía tecnológica mundial.

Para la Casa Blanca, las tecnologías de la información y de la comunicación se han convertido en infraestructura crítica, es decir: cualquier cosa que “el Secretario de Energía o el Secretario de Defensa determinen que contribuye a las funciones críticas de la labor de la seguridad nacional” —según la definición que aparece en el Acta de Autorización de Defensa Nacional de 2019—. Esta competición parece haber tomado más forma con Trump como presidente, sobre todo a raíz de la prohibición por parte de funcionarios del Gobierno de tener dispositivos Huawei o ZTE poco después de comenzar su mandato.