El Corredor Polaco de Tampico: la zona donde comenzó la bohemia

Los portales fueron promovidos por el gobierno hace 140 años

Los portales en Tampico, de una gran tradición, se construyeron gracias a que el gobierno a principios del siglo pasado ofreció cinco varas más, es decir varios metros de terreno a los propietarios que hicieran este tipo de arquitectura, quedando así conformados los arcos hace poco más de 140 años en la calle Héroes del Cañonero.

El Edificio Lastra es el segundo que se construyó en Tampico / Paulo Monsiváis

Y mientras en los otros portales de Tampico se tenían a los llamados «evangelistas» que hacían cartas para las personas que no sabían leer ni escribir, en los de la Casa Lastra se empezó a configurar una actividad muy especial, por contar en esa esquina una cantina muy popular de la ciudad, el Bar Palacio, que incluso está inmortalizada en una película de Hollywood que se llama el Tesoro de la Sierra Madre.

Los portales fueron promovidos por el gobierno / Paulo Monsiváis

Se “arreglaba el mundo” en los bares y cafés

Fue a uno de los parroquianos asiduos al bar Palacio, quien al ver que en el pasillo junto a la cantina los comensales se alborotaban con sus pláticas y gritos, se le ocurrió bautizar a este portal del Edificio Lastra como «el Corredor Polaco», por qué ‘ahí podía empezar también una guerra’ con las conversaciones encontradas que se tenían, siendo esta zona donde había una bohemia especial con ciudadanos de varias nacionalidades.

Las mesas fueron reinstaladas en la década de 1990 / Paulo Monsiváis

 

«El pasillo del Hotel Antiguo Palacio , en las calles Aduana y Ribera, hoy Héroes del Cañonero, propiedad de la familia Lastra, originarios de Pánuco y siendo la segunda construcción en el llamado centro de Tampico en los años 1840, tiene una historia particular, por ser ahí donde por varios años hubo una bohemia especial», señala Adrián Pérez Sobrevilla, historiador de la ciudad.

Afuera del bar se vivía un ambiente de bohemia / Paulo Monsiváis

 

 

A la zona se le conocía como “El Corredor Polaco“ como referencia al que con el mismo mote inició la Segunda Guerra Mundial, si entrabas al bar te deleitabas con el banjo y el clarinete y sus presentes melodías de jazz, con músicos traídos de los Estados Unidos, podrías imaginar estar en un Nueva Orleans,«el aroma de los habanos o puros también te transportaban al caribe, fue una bonita época de Tampico».

En su época la gente pasaba entre las mesas del Corredor Polaco / Paulo Monsiváis

 

 

Cambió la dinámica social y con ello desaparece el Corredor Polaco

Añade que «ese pasillo tuvo auge siempre al funcionar como comedor y parte del bar Palacio, que dio servicio desde principios del siglo pasado y que era visitado a sus típicas mesas de un puerto por los comerciantes de alrededor, como los hermanos Cid y el socio de la firma ferretera IC Tacea y Cía., así como el Sr Hinojosa, Castañeda y Pulford de las agencias aduanales y de vapores cercanas».

Una zona especial de Tampico fue el Corredor Polaco / Paulo Monsiváis

 

 

Los portales de la Casa Lastra tuvieron su auge a mitad del siglo pasado, después la actividad decayó al cerrar momentáneamente el bar Palacio, sin embargo, a principios de la década de 1970 se volvió a reactivar otra vez este pasillo con una menor actividad que antes, pero el flujo de visitantes fue cayendo y se tuvo que quitar el servicio en el exterior, quedando solo las mesas ahí instaladas.

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Luego el comercio empezó a cambiar de zonas en la ciudad, por lo que el primer cuadro quedó solo para un tipo de empresas, acabándose poco a poco los negocios dónde los comensales iban a discutir y «arreglar el mundo», además que la dinámica social también empezó a desarrollar otras tendencias haciendo desaparecer por completo esta convivencia que se tuvo en estos puntos de reunión del viejo Tampico.