ISSSTE E IMSS, EL DESASTRE

Por Antonio Rosario | Negados a admitir la crisis financiera que aqueja al IMSS e ISSSTE, los directivos nacionales de estas instituciones, así como sus delegados estatales, son asimismo desafiantes a reconocer la prevaleciente y escandalosa corrupción por las complicidades que sostienen y de las que forman parte activa.

El fenómeno putrefacto afecta además en proporciones alarmantes a sus respectivos sistemas de pensiones e incide directamente a los servicios de salud cuyas coberturas van desde la consulta, medicamentos, laboratorios, traslados y hospitalización.

Esas son las causales de los desastres de estos organismos del gabinete ampliado del Gobierno de la República, insignias del México de otras épocas que ahora se debaten en una descomposición generalizada que mantiene de rodillas al presidente Enrique Peña Nieto.

Ya es constante que estos institutos deterioren más la salud y en forma irreversible, y hasta impunemente priven de la vida, a un número considerable de derechohabientes por negligencia criminal y falta de médicos especialistas y equipos modernos, acumulando deudas por servicios médicos como las suscritas en Tamaulipas con el Hospital Regional de Alta Especialidad de Victoria (HRAE), a cuya institución el ISSSTE debe una suma de casi 18 millones de pesos, en perjuicio de infinidad de pacientes a quienes por el incumplimiento de pago no les autorizan servicios subrogados, y por lo tanto están imposibilitados de ser atendidos en ese moderno centro médico encabezado por el prestigiado doctor Vicente Flores Rodríguez.

Afectada la clase trabajadora por el ISSSTE e IMSS, y sin posibilidad de que los daños sean resarcidos, las áreas jurídicas de estas paraestatales acumulan montañas de expedientes que se ventilan en las instancias jurisdiccionales, locales y federales.

Enfrentando demandas millonarias que se ven precisadas a liquidar cuando en los procesos judiciales las sentencias son firmes y no caben contra ellas recursos de impugnación, apelaciones, amparos o revisiones.

FOVISSSTE COBRA DOBLE LAS HIPOTECAS

A ese problema de administración se le agrega el desdén de los funcionarios que no sirven a nada ni a nadie, sólo a sus intereses, cuentas bancarias y placeres.

Los créditos hipotecarios del Fovissste son otra desgracia para los trabajadores federales que habiendo finalizado sus pagos vía nómina, les vuelven a cobrar por segunda ocasión el monto total del crédito, conminándolos a ciertos arreglos perversos mediante préstamos “puente” con BBVA Bancomer, una cueva de usura y cómplice de funcionarios del ISSSTE a cuyas manos van a parar esos adeudos a fin de que les liberen los gravámenes.

Ya en alguna ocasión entrevistamos al defenestrado ex delegado del ISSSTE, Enrique de la Garza Montoto, y con expedientes en mano y talones de cheques que certificaban la liquidación total de los créditos sólo se encogió de hombros, dando una explicación absurda de las fallas del sistema de cobranza.

¿Y a nosotros qué chingaos nos importa si tu sistema falla?, le dijeron en su cara los trabajadores defraudados.

Lamentablemente los afectados tuvieron que interponer sendas denuncias penales y civiles, y enfrentar una larga y penosa batalla judicial que los llevaría a conservar sus viviendas, pero con daños colaterales que quedaron en la impunidad.

De estos atropellos no se dijo nada en los medios millonariamente subsidiados, pero ese fue uno de los trasfondos que pusieron en la calle a De la Garza Montoto, con una imagen pública despedazada.

LA EXPLICACIÓN OFICIAL

Los argumentos que el ISSSTE y el IMSS esgrimen en la defensa del desastre irreversible por el que atraviesan son bastante trillados, culpando a una sociedad que demográficamente se envejece y a una cultura que fomenta el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios. Quizá tengan algo de razón. Sin embargo, la crisis de estos institutos no se centra exactamente ahí, ni la culpa es de tantos millones de enfermos como se pretende convencer a la opinión pública.

La grave crisis que se refleja en cirugías frustradas, desabasto de medicinas y falta de médicos especialistas que llevan todos los días a que miles de pacientes de emergencias sean atendidos en pasillos y patios de estos hospitales, como animales, seguirá siendo culpa de la corrupción y en otra medida a la ineptitud en el manejo de los recursos que antaño venían de sus propias arcas, y ahora tienen mayoritariamente su origen en fondos fiscales.

Qué difícil es, con este panorama, que el PRI en el Gobierno federal se sostenga después del 2018. A menos que se reinvente en menos de doce meses en un bloque civilizado, y si no se deberá atener a las consecuencias de una doble moral que México repudia.

Ya ocurrió en 2000 con Vicente Fox. En 2018 podría ser definitivo. Con quien venga. A reserva de que prefieran el estallido social.

antoniorosarioh@hotmail.com