El último episodio de Juego de Tronos nos dejó con más preguntas que respuestas

Durante cinco semanas Juego de Tronos ha estado acelerada de una manera impresionante. En cada episodio ocurrían tantas cosas que era imposible dejar de pensar y hablar de ellas hasta el momento en el que comenzara el siguiente episodio. Tuvimos el primer adelanto de los sucesos en la Torre de la Alegría, donde un joven Ned se reencontrará con su hermana Lyanna, Jon Snow revivió de entre los muertos, supimos cómo fueron creados los Caminantes Blancos y cómo Hodor se convirtió en Hodor, entre tantas cosas.

El sexto episodio no estuvo tan emocionante, sirvió como un “descanso” a los guionistas (o eso creo) para que adelantaran un poco algunas historias de personajes y nos prepararan para lo que viene.

Sin embargo, sí que vimos el regreso de algunos personajes muy importantes, como el vil Walder Frey o aquel miembro de la Guardia de la Noche que desapareció desde la primera temporada.

El regreso de Benjen

Benjen Stark es el hermano menor de Ned Stark y era el líder de los exploradores de la Guardia de la Noche para el momento en el que Jon Snow se unió a esta, en la primera temporada. El joven Jon siempre admiró a su tío, era el único de los adultos (además de su padre) que lo trataba con tanto aprecio y respeto, sin importar (o recordarle) que era un bastardo.

Jon se unió a la Guardia porque creía no tener un lugar junto a los hijos Stark y, además, para seguir el ejemplo de su tío. Pero Benjen después de darle la bienvenida salió en una misión al norte del muro y nunca regresó. Para muchos eso significaba que el bueno de Ben estaba muerto.

Pero no es así. Benjen sí estuvo a punto de morir al enfrentarse a los Caminantes Blancos (fue atravesado por una de sus espadas de hielo, según cuenta) pero los Niños del Bosque lo salvaron usando sus poderes mágicos, y desde entonces está trabajando para el Cuervo de Tres Ojos como una especie de agente secreto o espía. Y en su reencuentro con su sobrino, Benjen le dice a Bran que se acostumbre a la idea: ahora Bran es el Cuervo de Tres Ojos y será él quien se enfrente al Rey de la Noche (o Rey de los Caminantes Blancos) cuando sea el momento.

La serie no para de recordarnos que más allá de las luchas por el poder que vive Westeros está el problema de estos zombies helados y ojos azules que podrían acabar con el mundo. Es lo más importante, de hecho.

Las visiones de Bran (y sus efectos)

Por fin hemos conocido qué había sido de Benjen Stark después de desaparecer hace tantas temporadas, y aunque su rostro se ve algo dañado y golpeado está listo para proteger a Bran y trabajar para él hasta que sea el momento de que el joven Stark se enfrente a los Caminantes Blancos.

Pero al inicio del episodio Bran todavía estaba en trance, y veía al mismo tiempo escenas tanto del pasado como del presente (y quizás hasta el futuro, pero no estoy seguro de ello). Entre ellas vio al joven Ned Stark en la Torre de la Alegría y a los Caminantes Blancos, pero también vio al Rey Aerys II Targaryen.

Durante sus visiones por fin pudimos ver por primera vez al llamado “Rey Loco”, que fue derrotado y asesinado durante la revolución de Robert Baratheon y Ned Stark. El Rey era famoso por estar obsesionado con el fuego y las llamas, además de haber creado el “fuego valyrio” para asesinar a todos los que se opusieran a él.

En el pasado Jaime Lannister contó que Aerys, minutos antes de morir, dio la orden de quemarlos a todos y lo gritaba con furia. “¡Quémenlos a todos!” decía, una y otra vez, incluso cuando Jaime le clavó su espada para asesinarlo (momento en el que se ganó su apodo del “Mata-reyes”). Pero hay un detalle muy importante que debemos tomar en cuenta.

Durante la visión de Bran vimos cómo se mezclaban los acontecimientos del presente y pasado mientras en todo momento se escuchaban los gritos del Rey Targaryen, que los repetía una y otra vez (incluso hasta el momento de morir). ¿Acaso esto es otro caso como el de Hodor? ¿Acaso Bran y sus poderes de viajes temporales o algo parecido hicieron que Aerys II se volviera loco?

Hay una teoría que habla de eso, y este episodio nos dio pistas que parecen asegurar que será así. Porque la única forma de matar a los caminantes blancos es quemarlos; nada quita que alguien gritara “¡quémenlos a todos!” refiriéndose a los caminantes, mientras Bran se encontraba en una de sus visiones relacionadas al Rey Loco. De ser así, el poder de Bran habría dado inicio a todos los acontecimientos de Juego de Tronos, desde el momento de la revolución contra los Targaryen.

La historia de Arya sigue sin llevar a ningún lado

Arya Stark siempre ha sido uno de los personajes más geniales e interesantes de la serie. Ha sido maravilloso ver cómo salía de cada situación en la que se metía gracias a su valor y determinación, todo para llegar a la Casa de Blanco y Negro y entrenar para convertirse en una asesina ninja que cambia su rostro. Pero…

Pero esta temporada nos ha dejado claro una sola cosa: la historia de Arya ya no tiene rumbo. Quiere ser una asesina cambia-rostros para vengar a su familia, pero Jaqen le dijo que si quiere ser como él tiene que olvidarse de su pasado y “ser nadie”, algo que bien sabemos Arya no hará (si lo haría ya no tendría sentido seguir viendo su historia porque no estaría conectada a su familia ni Westeros).

Sin embargo, ahora Jaqen le da una misión de matar a alguien y la consciencia de Arya se lo impide y desobedece sus órdenes. La otra chica con cara de pocos amigos se entera y se lo dice a Jaqen, quien ordena su muerte.

Si este es el final de la historia de Arya en la Casa de Blanco y Negro será todo un desperdicio, dado que tendría varias temporadas aquí y ni siquiera aprendió cómo cambiar su rostro, solo a defenderse con un palo mientras estaba ciega, al estilo Daredevil.

Quizá Arya escape de esta situación y mate a la chica con cara de pocos amigos, pero actualmente no veo ningún tipo de sentido a la historia de Arya ni conexión con la trama principal de la serie, y me molesta, que era uno de mis personajes favoritos. Espero, en los siguientes episodios, la serie me haga cambiar de opinión (pero no de rostro, aunque sería genial).

Más momentos clave en el episodio

  • A Samwell Tarly se le ocurrió la peor idea posible. No solo llevó a Gilly y el pequeño Sam a casa de un padre que lo detesta, sino que al final decidió llevársela de nuevo y robarle la espada a su papá con cara de aún menos amigos que la chica de la Casa de Blanco y Negro. El viaje de Sam a su lugar natal fue un completo desperdicio de tiempo, a menos que robar esa espada sea algo clave en el futuro. ¿Qué es lo que pensaba?
  • Daenerys dio un discurso de relleno y se robó par de minutos de nuestro tiempo sin avanzar nada su historia; ¡pero!, antes de que me llamen hater, sí me pareció importante e interesante que por fin pueda volar sobre Drogon a voluntad. Esa será su mayor arma el día que llegue a atacar Westeros… si es que llega.
  • Walder Frey está de vuelta y tiene cautivo al hermano menor de Catelyn Stark; tal parece que la familia Tully volverá a participar en la guerra, de la mano del Pez Negro y quizás de cierta mujer de la que no pienso hablar porque es spoiler de los libros (así que los invito a no hacerlo tampoco en comentarios, o al menos avisar antes de que lo hagan. ¡Gracias!).
  • Ya no tengo idea de lo que está pasando en Desembarco del Rey y en la cabeza de Margaery Tyrell. Cuando Jaime y los Tyrell por fin iban a acabar con el Gorrión Supremo y su séquito de locos religiosos extremos, viene Tommen y les dice que ahora está unido a la iglesia. Loras sigue encarcelado y me cuesta creer que de verdad Margaery se haya dejado lavar el cerebro por el Papa, que digo, el Gorrión Supremo, menos aún cuando la última vez que la vimos le decía a su hermano que tenía que ser fuerte. Algo está tramando, y muero de curiosidad por saber qué es. Mientras tanto, seguiremos viendo al sonrisa prepotente del Gorrión algunos episodios más.
  • Finalmente, extrañé ver miradas incómodas entre Tormund y Brienne durante este episodio. Ánimo, amigo barbudo, que te apoyamos desde lejos.