El crecepelo del presidente

El País – El médico de Donald Trump revela en una entrevista que recibe tratamiento para la piel, la alopecia y el colesterol.

El presidente de Estados Unidos toma medicación para reducir el riesgo de un ataque al corazón, para regular el colesterol alto, para controlar una dolencia común de la piel y una última como crecepelo. La información, desconocida hasta ahora, la ha revelado su médico personal en una serie de entrevistas concedidas.

La salud de los candidatos a la presidencia es, cada cuatro años, uno de los asuntos más relevantes de la campaña electoral y los aspirantes acostumbran a hacer públicos los informes que demuestran a los ciudadanos que se encuentran en un estado óptimo para cumplir con su responsabilidad. La información revelada por el médico de Trump contradice ahora lo que afirmó el candidato durante la carrera electoral, ya que aseguró que solo tomaba un medicamento.

El documento proporcionado hace unos meses por el equipo de Trump, además, fue más escueto de lo habitual y despertó algunas incógnitas que han llevado a desvelar que el presidente de EE UU recibe varios tratamientos y que toma un medicamento para tratar la alopecia. Durante la campaña, el peinado del político republicano despertó todo tipo de especulaciones sobre cómo está hecho, cuánto tiempo le dedica cada mañana —una hora, según le explicó a la revistaPlayboy—, sus 25 mejores versiones, las mejores descripciones que le han dedicado los medios o una historia visual de su evolución.

Este jueves, sin embargo, la melena del presidente se ha convertido en algo más. Harold N. Bornstein, el médico de cabecera de Trump durante su etapa como empresario, declaró en un segundo informe oficial que recibe medicación para bajar los niveles de colesterol y toma 81 miligramos de aspirina a diario para reducir el riesgo de ataque al corazón. El presidente de EE UU mide 192 centímetros de alto, pesa 107 kilos y tiene una tensión arterial de 116/70.

Según el Times, sin embargo, el dato que sorprendió a los urólogos consultados por el diario, fue un marcador cuyo valor corresponde al de un hombre tratado por cáncer o agrandamiento de próstata. Bornstein ha desmentido que Trump haya padecido una de estas dos dolencias y confirmó en la entrevista que se debe al consumo de un medicamento que reduce esos niveles y que es empleado para tratar la alopecia. “Él tiene todo su pelo. Yo tengo todo mi pelo”, afirma el doctor, que luce una melena hasta el hombro.

La identidad de Bornstein salió a finales de 2015 cuando firmó el documento que acreditaba la salud del candidato. “Si es elegido, el señor Trump será la persona más sana que nunca haya llegado a la presidencia”, decía la carta. Meses después, Bornstein desató la polémica al descubrirse que lo había firmado en apenas unos minutos, mientras le esperaba en la calle una limusina enviada por el equipo de Trump.

El estado de salud de Trump y Clinton cobró especial relevancia en las pasadas elecciones por la edad de los dos aspirantes —Trump es la persona de más edad en llegar a la Casa Blanca y Hillary Clinton hubiera sido la segunda—, así como por el episodio en el que la demócrata se desmayó durante un acto público en Nueva York. El equipo de Clinton tardó en informar de que padecía neumonía y Trump lo convirtió en un argumento en su contra, asegurando que además de mentir a los ciudadanos, no estaba preparada para liderar el país.