Dos de cada tres casos de cáncer son aleatorios e inevitables

Durante años creímos que enfermábamos de cáncer por nuestra herencia genética, por factores ambientales o por una combinación de las dos. Un nuevo estudio publicado este jueves en la revista Science sostiene que el 66% de todas las mutaciones causantes de cáncer son fruto del azar.

Lo que vienen a decir los investigadores del Johns Hopkins Kimmel Cancer Center es que dos de cada tres casos de cáncer son inevitables. Provienen de errores en la replicación del ADN que ocurren aleatoriamente. Pueden darse en personas sin antecedentes familiares o que llevan vidas muy saludables.

“La razón por la que nunca antes habíamos visto esto es porque nunca antes se había medido”, explica uno de los autores, Cristian Tomasetti.

Su investigación se basa en un modelo matemático para la secuenciación del ADN y en datos epidemiológicos de todo el mundo. No está exenta de controversia, pero proporciona nuevas ideas sobre cómo surge el cáncer y cómo debería ser diagnosticado y comunicado por los médicos.

Cada vez que una célula divide y copia su ADN para producir dos nuevas células, se producen errores que pueden causar mutaciones. Para el estudio, los investigadores compararon el número de divisiones de células madre (una de las principales fuentes de mutaciones) de pacientes con cáncer en 68 países. Encontraron una fuerte correlación entre la incidencia de cáncer y las divisiones no influenciadas por factores hereditarios ni ambientales.

De los 32 tipos de cáncer estudiados, el 29% de las mutaciones fueron causadas ​​por factores ambientales, el 5% por factores hereditarios y el 66% por errores de replicación del ADN —o “mala suerte”, como informalmente se refieren los investigadores a esa mayoría de casos aleatorios.

Estos errores al azar se vuelvan más comunes a medida que la sociedad se enfrenta a poblaciones más envejecidas: un incremento de la esperanza de vida proporciona una mayor oportunidad para que las células produzcan más errores de copiado del ADN, que a su vez son la principal causa de cáncer. Por eso, los pacientes de cáncer deben tener claro que no es culpa suya: nada de lo que hicieron los hizo responsables de su enfermedad.

Esto no es excusa para abonarse a los factores ambientales cancerígenos. Al fin y al cabo, el resto de los cánceres se puede prevenir y alguno, de hecho, le da la vuelta a los resultados: en el caso del cáncer de pulmón, el 65% de las mutaciones se deben a factores ambientales, principalmente el tabaco.

Tendremos que seguir comiendo sano, manteniendo un peso saludable, alejándonos del tabaco y evitando ambientes carcinógenos. Pero si cada vez hay más cáncer es, sobre todo, porque vivimos más tiempo.