7 capos mexicanos condenados a cadena perpetua en EU

Alfredo Beltrán Leyva es el último en la lista de al menos siete capos que pasarán el resto de su vida en una prisión norteamericana. El próximo que espera sentencia es “El Chapo” Guzmán

El capo mexicano Alfredo Beltrán Leyva, uno de los líderes del Cártel de los Beltrán Leyva, que fue sentenciado este miércoles a cadena perpetua en Estados Unidos, no es el único narco mexicano que pasará el resto de su vida en la cárcel.

Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo” (EFE)

«El Mochomo» Beltrán Leyva fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2014. Está identificado como líder de La Federación, que controla las operaciones de transporte de droga, lavado y cooptación de funcionarios públicos en seis estados del occidente y norte del país.

También se lo identifica como cabecilla de los grupos de sicarios Los Pelones, en Guerrero (sur), y Los Güeros, en Sonora (norte).

Está acusado de conspiración para la distribución de cocaína y metanfetamina desde Colombia a México, para luego introducirla en Estados Unidos.

Según la acusación, Beltrán Leyva confabuló para enviar a EEUU más de 5 kilos de cocaína, casi 50 kilos de metanfetaminas, poco menos de 10 kilos de heroína y 907 kilos de marihuana.

«El Mochomo» integró junto con cuatro de sus hermanos —Arturo, Mario, Carlos y Héctor— una organización que fue parte del Cártel de Sinaloa durante casi dos décadas. Su captura, en 2008, desató un enfrentamiento entre sus hermanos y «El Chapo» Guzmán, a quien acusaron de haber participado en la detención.

Además de Beltrán Leyva, al menos otros seis capos mexicanos cumplen cadenas perpetuas en Estados Unidos. Hay otros casos de criminales que accedieron a entregar dinero y cooperar con información a las autoridades de ese país a cambio de reducciones en sus sentencias y de no pasar el resto de sus vidas tras las rejas.

Los sentenciados

Uno de los primeros capos sentenciados a esta pena fue Juan García Abrego, quien a pesar de haber nacido en EEUU su familia es mexicana y su actividad criminal la desarrolló desde este país.

Juan García Abrego

García Abrego era jefe del Cártel del Golfo, una de las tres principales organizaciones criminales que operan a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.

En enero de 1997 fue sentenciado por un juez de Houston, Texas, a 11 cadenas perpetuas consecutivas y a pagar una multa de casi 500 millones de dólares tras ser encontrado culpable de 22 delitos relacionados con el tráfico de drogas.

Además de contrabando y narcotráfico, el capo fue encontrado culpable del blanqueo de al menos 10 millones de dólares provenientes de actividades ilícitas y sobornos.

García Abrego se crió en el sur de Texas pero asegura ser ciudadano mexicano. Fue capturado por la Policía Federal mexicana en 1996 y llevado a Houston para enfrentar acusaciones presentadas en 1993.

Hasta su captura fue rastreado durante 10 años por los agentes antidrogas y llegó a hacer parte de la lista de los 10 delincuentes más buscados por el FBI.

En noviembre de 2011, José Alberto Márquez Esqueda «El Bat» fue hallado culpable de conspiración para distribuir metanfetaminas para el Cártel de Tijuana y la pandilla Mafia Mexicana.

Boceto del juicio a José Alberto Márquez Esqueda “El Bat”

Márquez Esqueda es señalado como uno de los participantes en la balacera del 24 de mayo de 1993 en la que perdió la vida el cardenal mexicano Juan Jesús Posadas Ocampo en medio de un fuego cruzado entre integrantes de los cárteles de Tijuana y Sinaloa. El objetivo era matar a «El Chapo» Guzmán.

Se le involucra también en un atentado en contra del periodista mexicano Jesús Blancornelas, en julio de 1998.

«El Bat» fue sentenciado por un juez de la Corte del Distrito Sur de California, al encontrárselo culpable de conspiración para distribuir metanfetaminas.

Márquez Esqueda fue detenido en México en noviembre de 2003.

Juan Francisco Estrada González, uno de los dos líderes de la banda Los Palillos, una célula disidente del Cártel de Tijuana, fue sentenciado a nueve cadenas perpetuas en octubre de 2014.

Después de un juicio de 15 meses en una corte de San Diego, en California, Estrada González había sido elegible para la pena de muerte por seis asesinatos y cuatro secuestros, entre otros.

Los cuerpos de algunas de sus víctimas fueron dejados en autos, tirados al lado de carreteras o disueltos en barriles de ácido y enterrados en el valle del río Tijuana. El jurado tuvo que elegir entre la pena de muerte o cadena perpetua y optó por esta última.

«Debido a su enorme esfuerzo, lograron salvar mi vida», dijo el capo en una carta dirigida a sus abogados, ofreció sus condolencias a familiares de las víctimas y se disculpó ante el juez por el «comportamiento inaceptable» que pudo haber mostrado ante el tribunal.

En las mismas fechas, Jorge Rojas López, el otro líder de Los Palillos, recibió una pena de 12 cadenas perpetuas sin la posibilidad de libertad condicional, más 162 años y seis meses de prisión por 16 delitos, entre los que figuran nueve asesinatos, tres secuestros e intento de homicidio de un policía.

La lista no termina con Beltrán Leyva, en Estados Unidos está aún otro célebre capo mexicano que también podría recibir cadena perpetua: Joaquín «El Chapo» Guzmán.