México podría verse afectado por las restricciones de Occidente al petróleo ruso
De acuerdo con José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el país gobernado por Andrés Manuel López Obrador sería uno de los perdedores por esta decisión de los líderes occidentales. ¿Por qué? Porque México es un exportador neto de gasolina y gasproveniente de Estados Unidos.
El viceprimer ministro ruso, Alexandr Nóvak, especificó que, si el tope de la UE entraba en vigor, Rusia reorientaría su suministro de crudo hacia otros «socios orientados al mercado» o reduciría la producción. Sin embargo, a pesar de esta advertencia y plenamente consciente de los posibles estragos en los mercados energéticos en caso de que Moscú frenara la extracción de petróleo, Occidente siguió adelante con su plan.
«México se encuentra en un doble filo en cuanto a la reducción de los precios del crudo, en donde habría menor ingreso por la reducción de los flujos», señaló el especialista en entrevista con Sputnik.
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Asimismo, la apreciación del peso frente al dólar y la baja en los precios del gas y la gasolina a nivel internacional desde hace un par de meses repercuten en un precio a la baja de lo que México exporta, lo cual, dijo, se refleja en la inflación.
La UE, la gran perdedora
De acuerdo con el especialista, el bloque europeo será el gran perdedor por la decisión tomada en torno al petróleo ruso, la cual obedece a intereses eminentemente geopolíticos.
«El grupo perdedor de esta situación es, sin duda, el consumidor eurocomunitario que tiene aumento de inflación, de la tasa de interés y de precios, a raíz de que los granos y los energéticos, dos commodities, incrementan de precio, lo que repercute en la cartera del consumidor», señaló.
«Quien está pagando las secuelas de las sanciones de Washington secundado por sus aliados del G7 y la Unión Europea, el que paga los platos rotos es el consumidor eurocomunitario», explicó Martínez Cortés.
Como la prohibición del crudo marítimo de la UE no se aplica al crudo ruso que entra en Europa a través de oleoductos, Hungría, la República Checa y Eslovaquia podrán seguir recibiéndolo a través del oleoducto Druzhba. A Bulgaria también se le concedió una exención temporal especial de la prohibición del petróleo marítimo hasta finales de 2024.
La alianza había acordado anteriormente recortar la producción en 2 millones de barriles diarios desde noviembre hasta finales de 2023, impulsada por unas perspectivas económicas más débiles.
Los expertos prevén una escasez de petróleo y gasóleo en el mercado europeo como consecuencia del embargo, así como un aumento de los precios de los combustibles, lo que supondrá un duro golpe para la economía de la UE.