La crisis de los acosos sexuales

Fausto Pretelin | El presidente de Corea del Norte lanza una sentencia de muerte en contra de Donald Trump y pocos le hacen caso. ¿En qué momento la diplomacia mostró rasgos de inmunidad?

Pocas semanas atrás el mundo se llevaba las manos a la cabeza porque entre el conflicto político de Piongyang con Washington, aparecía un misil de largo alcance bajo control de Kim Jong-Un; su amenaza, dirigirlo hacia Estados Unidos.

Ahora, pocos son quienes se preocupan por los insultos que se dedican los mandatarios de ambos países. Un día Trump le dice al norcoreano “gordo y chaparro”. Otro día, Kim le dice al estadounidense que es un “viejo lunático”.

Del misil norcoreano pasamos a las matanzas masivas de Las Vegas y Texas, por cierto, de escasa importancia para a la agenda de Trump por la ausencia de terroristas de origen islamista. Sí, le interesó a Trump lo sucedido en Nueva York el 31 de octubre porque un terrorista gritó “Allahu Akbar” (Dios es grande) después de atropellar a un grupo de ciclistas; murieron ocho y 11 más quedaron heridos. Por supuesto, de la brújula Bannon, Trump narró su ya viejo discurso sobre el culpable del terror: la política laxa en materia de inmigración.

La agenda de Trump durante su viaje a Asia quedó entrampada por el caso de acoso sexual supuestamente cometido por el exjuez de Alabama, Roy Moore; el cristiano, evangélico y republicano que aspira a sentarse en el Senado. Como preámbulo, Kevin Spacey y su depredadora costumbre de acosar al equipo de producción de House of Cards. O qué decir del expresidente George H. Bush, pidiendo perdón a la actriz Heather Lind por haberle tocado las nalgas.

En pocas semanas, la política estadounidense ha entrado a lo que parece ser, una etapa de descomposición Meses atrás los comités del Senado más concurridos por la agenda de Washington fueron los de Inteligencia, Exteriores y Justicia, ahora, el de Ética parece ser que tendrá mucha materia que analizar.

Roy Moore está por caer. Tendrá que abandonar su intención de ocupar un escaño en el Senado. Moore venció en las primarias republicanas al fiscal Luther Strange, el favorito de Trump. Sin embargo, Steve Bannon y Sarah Palin cerraron filas con Moore, conocido como la Piedra.

Moore ha sido acusado de haber mantenido en 1979 relaciones sexuales con una chica de 14 años cuando él tenía 32. Fue The Washington Post quien reveló el caso.

Ayer, tocó turno al senador demócrata Al Franken. La modelo y periodista Leeann Tweeden reveló en su blog que durante un viaje en el 2006 a Afganistán con motivo de una presentación con el ejército estadounidense, Franken la besó y la manoseó en contra de su voluntad.

Mitch Mc Connell y Charles Schumer, líderes republicano y demócrata en el Senado, respectivamente, alertan ante el comité de Ética sobre lo que parece ser una pandemia.

Durante la campaña, Trump armó un show durante uno de los debates con Hillary; llevó al auditorio a un grupo de mujeres que acusaron a Bill Clinton por acoso sexual. El propio Trump fue blanco de 10 denuncias de acoso sexual.

Así llegamos a la Navidad del 2017. Un escenario extraño y decadente en donde la diplomacia es inmune a las amenazas de muerte en contra del presidente de Estados Unidos. La crisis de los acosos sexuales.

Fausto Pretelin

Consultor, académico, editor

Globali… ¿qué?

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.