Filipinas prolonga ley marcial hasta fin de año
El Parlamento filipino prolongó este sábado hasta final de este año la ley marcial en el sur del país para atajar un levantamiento islamista, pese al riesgo de un giro autoritario del gobierno que denuncian los opositores.
En una sesión especial conjunta del Congreso y el Senado, los legisladores apoyaron masivamente la propuesta del presidente Rodrigo Duterte para prorrogar hasta el 31 de diciembre la ley marcial en la región de Mindanao, donde islamistas armados ocupan varias zonas desde hace dos meses.
El ejército filipino lleva dos meses luchando para tratar de expulsar de la ciudad de Marawi a los insurgentes, que se inspiran en los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El 23 de mayo, hombres armados que afirman pertenecer al grupo EI tomaron el control de varios barrios de Marawi. Duterte impuso entonces la ley marcial durante 60 días en la región, un periodo que finalizaba este sábado.
El pasado lunes, Duterte pidió a los legisladores extender la ley, una propuesta ampliamente refrendada por los legisladores, pues el presidente cuenta con una mayoría de diputados en ambas cámaras del Parlamento.
Sin embargo, diputados de la oposición cuestionaron por qué habría que aplicar la ley marcial en todo Mindanao, una región de dos millones de habitantes, cuando solo la ciudad de Marawi es presa de los enfrentamientos.
Además, temen que la ley se acabe extendiendo al conjunto del país. «Temo que el proyecto de prolongación de la ley marcial en Mindanao abra la via a una ley marcial en todo Filipinas», declaró una senadora, Risa Hontiveros, antes de la votación.
Futura «limpieza»
Una presentación de diapositivas que respaldaba la petición del presidente, a la que tuvo acceso la AFP, relaciona la crisis de Marawi con la toma, por parte del grupo EI, de la ciudad de Mosul, en Irak.
Según el presidente Duterte, Marawi podría convertirse en un imán para los yihadistas procedentes de Irak y de Siria.
Sus diputados defienden que la mayor parte de los dirigentes de los combatientes islamistas siguen en libertad.
Funcionarios de seguridad y del ejército aseguraron que había extender la ley marcial porque, además de en Marawi, los militantes islamistas planeaban atacar otras partes de la región. Asimismo, declararon que un millar de militantes pro-EI, que tendrían retenidos a 23 rehenes, seguían activos en otras partes del sur.
Duterte sostuvo que el ejército necesitaba la ley marcial para reconstruir la ciudad de Marawi y asegurar que los combates no se extiendan a otras zonas.
«No puedo permitirme ser complaciente», había declarado Duterte el viernes ante periodistas, agregando que los militares llevarían a cabo otras operaciones de «limpieza» incluso después de haber retomado Marawi.
La Constitución filipina permite al presidente imponer la ley marcial por un plazo de hasta 60 días y recurrir «a las Fuerzas Armadas para prevenir violencia ilegal, una invasión o una rebelión».
Más allá de los dos meses, el presidente puede extender el régimen de excepción «por un periodo a ser determinado por el Congreso».