Donald Trump es imputado por intentar revertir el resultado de la elección presidencial
El fiscal especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, imputó oficialmente al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusándolo ante la Corte Federal del Distrito de Columbia de cuatro delitos para subvertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2019.
El encausamiento, de 45 páginas, sostiene que Trump y otros seis conspiradores (entre estos Rudy Giuliani) intentaron no solo alterar con mentiras el triunfo presidencial de Joe Biden, sino que, con falsedades, incitaron a miles de personas a la violencia, lo que dio como resultado el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2020.
El fiscal del Departamento de Justicia establece como una evidencia de la subversión de Trump a las reglas democráticas y constitucionales en materia electoral, que presionó al vicepresidente Mike Pence para que, al presidir la sesión bicameral para certificar el triunfo de Biden, echara abajo ese resultado alegando que en los comicios se cometió un fraude inexistente.
Esta acusación federal es la más severa y sustentada que hasta el momento tiene en su contra el también magnate de la industria de los bienes raíces.
Los cargos contra Trump están sustentados por Smith en declaraciones de exfuncionarios y asesores de la Casa Blanca que, antes del asalto al Capitolio del 6 de enero, presuntamente escucharon a Trump o hablaron con él y dan testimonio de que el exmandatario tenía toda la intención de alterar con mentiras su derrota ante Biden.
Como parte de las pruebas en el proceso federal contra Trump, el Departamento de Justicia presentará partes del discurso en video que en la mañana del 6 de enero dio Trump a miles de sus seguidores, quienes horas más tarde atacaron el Congreso federal, incidente en el cual perdieron la vida cinco personas y resultaron heridas decenas más.
Entre los argumentos de las imputaciones se cuentan las declaraciones que hizo Pence al fiscal especial sobre las presiones de las que fue sujeto por el exmandatario para no certificar en la sesión legislativa la victoria electoral y constitucional de Joe Biden.
Los testimonios de Pence se develarán una vez que el proceso judicial se lleve a cabo en la corte federal de distrito de la capital estadunidense.
“Una cacería de brujas”, insiste Trump
Como era de esperarse, el exmandatario, a través de sus redes sociales, ha descalificado este tercer encausamiento criminal formal que tiene en su contra, el segundo por parte del Departamento de Justicia.
“Son mentiras, es una cacería de brujas con intereses políticos orquestados por el Departamento de Justicia bajo las órdenes de Biden”, escribió Trump en uno de varios de sus mensajes enviados a través de las redes sociales.
Desde hace unos días, el exmandatario ya había dado a conocer que recibió del fiscal Smith una notificación de que sería acusado de provocar el asalto al Capitolio e intentar socavar la democracia constitucional de Estados Unidos.
En junio pasado, el fiscal Smith acusó formalmente ante una corte federal en Miami, Florida, al extitular del Poder Ejecutivo de 43 delitos relacionados con el acta antiterrorista, debido a que una vez que dejó la Casa Blanca a regañadientes, de manera ilegal sacó documentos clasificados y secretos sobre la seguridad nacional de Estados Unidos y otros países.
El juicio contra Trump en Florida, que iniciará el 20 de mayo de 2024, será un proceso que se realizará en plena campaña presidencial entre republicanos y demócratas.
Trump, infructuosamente, había solicitado a la corte en Florida que suspendiera su juicio y lo llevara a cabo hasta después de concluidas las elecciones presidenciales del 5 de noviembre de 2024.
La nueva acusación, más grave, relacionada con el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2020, será un juicio más grande y más sustancioso en materia de información, por lo que se vislumbra que el litigio ocurrirá en paralelo con el de Florida, en plena efervescencia electoral de Estados Unidos.
Trump, a la cabeza en las encuestas
Hasta el momento, de entre los diez candidatos a la nominación presidencial del Partido Republicano, Trump se mantiene a la cabeza en las preferencias de los electores de ese partido.
De acuerdo con un último sondeo del periódico estadunidense The New York Times, Trump mantiene una ventaja de 30 puntos porcentuales en las preferencias de los republicanos sobre su más cercano seguidor, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Es una incógnita saber qué ocurrirá en el futuro legal del expresidente. Constitucionalmente nada le impide a Trump, pese a las acusaciones y aunque lo declaren culpable de los delitos federales, ser candidato a la presidencia aún estando en la cárcel.
En Estados Unidos no existe un precedente jurídico en el cual un mandatario o exmandatario haya sido procesado judicialmente a nivel federal.
Hay varios escenarios: en caso de que Trump se mantenga como candidato presidencial y sea declarado culpable de algunos delitos que le imputan, si gana los comicios a Biden en noviembre del próximo año, podría auto indultarse, hecho que tendría que ser debatido en la Suprema Corte de Justicia porque aún cuando el titular del Ejecutivo tiene la prerrogativa de anular cargos federales, no hay un antecedente de que se lo puede aplicar a él mismo.
La otra opción de la que hablan analistas políticos y especialistas en materia constitucional es que, si Trump vuelve a ganar la Casa Blanca y está en prisión, su elegido para ser procurador general de justicia, al ser ratificado por el Senado federal, puede también anularle los delitos y la sentencia, con lo cual podría llevar a cabo su mandato electoral desde la Casa Blanca y no tras las rejas.