La visita

Sergio Sarmiento

Los ambulantes que asfixian habitualmente los accesos del Metro Auditorio de la Ciudad de México han sido retirados. El Paseo de la Reforma luce limpio y hermoso una vez más. Pero desafortunadamente no es una medida definitiva por parte de las autoridades capitalinas. El problema es que el presidente Barack Obama de los Estados Unidos se ha alojado en el Presidente Intercontinental con un ventanal con vista a Reforma. Alguien al parecer se ha preocupado que si se le ocurre echar un vistazo desde la suite presidencial del piso 42 pueda sentirse ofendido por la suciedad y caos de los ambulantes. Una vez que el presidente Obama emprenda el vuelo a Costa Rica, se permitirá a los ambulantes regresar a sus posiciones en torno a la estación.

La pregunta es: si ya alguien se atrevió a retirar a los ambulantes de una avenida que debería ser pública, ¿por qué se les permite privatizarla nuevamente? Quizá porque los ambulantes entregan dinero a ciertos funcionarios de gobierno para mantener el control sobre el espacio. La vía pública no se les ha regalado a los ambulantes, sino que se les ha vendido, aunque los ingresos por esa venta no beneficien a los ciudadanos. Lo insólito es que se recupere un espacio público pero sólo durante la visita del mandatario estadounidense.

El presidente Barack Obama ha sido trasladado en México por una de esas camionetas Cadillac con grueso blindaje que se conocen como la Bestia. Estos vehículos, y varios más para la comitiva, han sido traídos desde Washington.

Pero la legislación en la ciudad de México prohíbe a los vehículos con placas foráneas circular hasta las 11 de la mañana. Por lo menos una de las Bestias, por otra parte, tiene una placa que termina con los dígitos 002. La ley en el Distrito Federal prohíbe a los vehículos sin verificación con placas terminadas en 1 ó 2 circular los jueves. Pero nadie detuvo ayer a la Bestia de Obama. Las reglas que se aplican a los ciudadanos comunes y corrientes no afectan a este visitante. ¿Qué ley es esa que sólo se aplica a algunos? Si la ley es mala para Obama, lo es también para los demás.

A lo largo del día de ayer se prohibió el vuelo de helicópteros y avionetas en un radio de 60 millas náuticas alrededor del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. También esta restricción fue producto de la visita de Obama.
De la misma manera, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fue cerrado ayer y lo será nuevamente hoy para dejarle libre el campo al Air Force One del presidente Obama. Las demoras en un aeropuerto que tiene hasta una operación cada minuto son evidentes. El costo para los usuarios del transporte aéreo es considerable.

La seguridad que se ejerció ayer en Polanco y en el centro histórico de la Ciudad de México fue también enorme. Desde muy temprano en la mañana estaban cerradas avenidas importantes de acceso al centro histórico con un consecuente costo para las miles de personas que viven en esa zona de la ciudad.

Yo entiendo que los mandatarios quieran seguir manteniendo la tradición de tener encuentros personales, pero cuando los costos se vuelven tan altos debemos poner un alto. ¿Qué se pueden decir Barack Obama y Enrique Peña Nieto en persona que no puedan decirse en llamadas telefónicas o videoconferencias?

Los costos de esta visita presidencial nos obligan a repensar la forma en que los presidentes tienen contactos. Si esto no se puede hacer de una manera más razonable, sin violar los derechos de los ciudadanos, más vale buscar otras formas de tener estos contactos. La tecnología, de hecho, ya hace innecesarios los contactos personales.

CAEN EXPORTACIONES

Cayeron más de 7 por ciento las exportaciones de México a Estados Unidos en el mes de marzo de este año en comparación con marzo del 2012. La última vez que tuvimos un desplome similar fue en 2009, cuando la economía mexicana registró un verdadero colapso.

Twitter: @sergiosarmient4