¿Delincuentes o universitarios?

Carlos Marín

Se entiende que el trabajador cuyas pertenencias (como las de muchos otros) fueron robadas por los encapuchados que tomaron la Torre de Rectoría y acamparon en ella 12 días no hiciera público su nombre, pero la discreción quizá no baste para que viva seguro.

Al revelar que entre lo saqueado figura la medalla de reconocimiento a 25 años de servicio en la UNAM, si la conservaba en su base personalizada de acrílico, está en riesgo de sufrir una madriza semejante a la que los mismos y otros pandilleros con credencial de universitarios propinaron a varios de sus compañeros, profesores y alumnos del plantel Naucalpan del CCH a principios de febrero, cuando se desataron los demonios.

“Tengo más de 25 años trabajando y me robaron mi medalla (grabados en ella el escudo de la UNAM y la Torre de Rectoría). Una caja fuerte la abrieron y sacaron cosas importantes: se llevaron cosas personales. Mucha gente los defiende pero, ¿para esto? ¿Para saquear y robar? Me da mucha tristeza; abrieron los cajones y la oficina de mi jefa la saquearon toda. Son una bola de rateros…”, dice con toda razón.