¡El más amigo es traidor y el más verdadero miente!

Brozo el Payaso Tenebroso

¡Chamacos yuxtapuestos, jijos de mi último abacho-becho! ¡Alcen las copas, que se repartan las viandas, que suenen las trompetas, avienten el confeti, pues para felicidad y regocijo de tochos los mexinacos!. ¡chale, ahora si me la prolongué gachísimo, esa ni yo me la creí!… hace años, siglos, milenios, que la perrada nacional no puede disfrutar de un momento de felicidad y solo se regocijan los de más abajo, cuando toca el prau, prau, prau, pero fuera de eso se la pasan en la tristeza y la jodidez nomás lamentándose ellos y lamentándosela a las autoridades.

Pero los grillos juran y perjuran que los carnales más fregados ya por fin van a ver la luz al final del túnel porque se viene una época de vacas gordas para tochos, que el cuerno de la abundancia que promete la figura del país se va a hacer realidad porque ya los líderes del PAN, del PRI y del PRD le echaron la firma a un añadido, o anexo, o una adición, o ya de plano un pilón, o un copete, del ‘Pacto por México’. Los polacos, que siempre les encanta usar un estilo francamente muy mamila, le pusieron al tal añadido el nombrecito de adéndum (sic), y creo que por andar queriéndose lucir se hicieron fuera de la bacinica porque la “Real Academia Española” solo reconoce: “adenda.- “(Del lat. addenda ‘las cosas que se han de añadir’). Apéndice, sobre todo de un libro”.

Y sobre la misma palabreja, en la Wikipedia se dice que: “Adenda, del latín addendum dobadum errata, es todo aquel añadido que se agrega a un escrito. Si se quiere usar la forma latina (desaconsejada por la Real Academia Española) se dirá addendum, para el singular; y addenda, para el plural”. Y nomás como dato para los grillos que se quieren lucir y nomás terminan exhibiéndose, en el latín no existe el acento ortográfico. Pero bueno, así han sido siempre de pretenciosos y me cai que solo el poder divino los puede cambiar. El caso es que todo el jolgorio es para que los mapaches no le metan mano a los programas sociales buscando cachar los votos en las elecciones que ya casi están encima. Hubo de tocho en el anuncio y ni siquiera voy a comentar la petición de Chucho Zambrano de que le revisen el curriculum a tochos los Delegados de la Sedesol porque se puede prestar mucho a chacota. A Brozo modo en lo que quedaron fue que van a:

-Suspender temporalmente los padrones de beneficiarios.

-Publicar a nivel estatal lista de beneficiarios.

-Atender denuncias de quienes utilicen los programas sociales con fines electorales.

-Investigar cuentas bancarias de gobiernos estatales.

-Invitar a sociedad civil especializada a auditar programas sociales.

-Establecer criterios específicos para perfiles de operadores de programas sociales.

-Crear comisiones plurales estatales encabezadas por el gobernador para atender denuncias.

-Crear comisión nacional para darle seguimiento a denuncias no resueltas.

-Se pedirá al gobernador y a los presidentes municipales abstenerse de entregar apoyos 45 días antes de las elecciones.

-Se instalará una mesa de trabajo para adelantar una propuesta de reforma político-electoral.

No quiero ni siquiera pensar que el resultado de este pacto sea como el de los otros que hemos visto, desde 1987, empezando con el ‘Pacto de Solidaridad Económica’, echado a andar por el presiso de aquél entonces, Miguel de la Madrid, y con el que supuestamente se iba a terminar todo el desmadre económico de lo que le llamaron “La Docena Trágica”, o séase los sexenios de Echeverría y López Portillo (mejor conocido después como López Por pillo, o el Perro), pero en la vida real, la neta, la verdadera, es que, como ya después se hizo costumbre en cada pacto que se firmó desde entonces, el resultado fue, siempre, que más mexinacos se apuntaban en las listas de la pobreza. ¡Óoooorale!