“Un peligro para El Peje… y para el PRI”
Por Francisco Garfias | Pasaban las 8:30 am. Iba a un desayuno de trabajo. En la radio del auto se escuchaban dos voces conocidas. Jorge Castañeda y Ciro Gómez Leyva. No era una colaboración más de El Güero en Radio Fórmula. Era el anuncio de que el pionero de las candidaturas independientes se bajaba de la contienda por la Presidencia de la República.
Jorge no logró los apoyos requeridos para una aventura de esa envergadura. Ni en recursos ni en estructura ni en respaldo de la comentocracia, como le dijo al conductor de Radio Fórmula. Anuncia su decisión ahora que Emmanuel Macron, de 39 años, demostró en Francia que se puede salir victorioso aun sin partido, sin experiencia en cargos de elección popular, apoyado en el tremendo desgaste de los partidos tradicionales.
No dejé de lamentar el anuncio de El Güero. Para mí era una de las opciones más atractiva entre los independientes, y aun entre los aspirantes de los partidos. Tiene solidez, su experiencia, currículum, roce internacional, savoir faire, para ponerlos a la moda.
Es “mamón” y ególatra, cierto. Él mismo lo reconoce. Pero un buen gobernante requiere de preparación y sentido de Estado para hacer una buena labor. No vamos a un concurso de simpatías. Lo que sí me sorprendió fue su público apoyo al senador experredista Armando Ríos Piter.
No sólo lo hizo con Ciro, sino también con Carlos Loret de Mola en Televisa. El excanciller mexicano dice que El Jaguar tiene muchas semejanzas con Macron: frescura, juventud e independencia de los partidos (renunció al PRD).
Agregó El Güero:
“Existe un hartazgo en México. Es mayor que en Francia. La gente está más harta de la partidocracia, de la corrupción, de la inseguridad, de la mediocridad en la dirigencia política.
“El ejemplo francés demuestra que hay condiciones para una candidatura independiente”, le dijo a Loret.
Una más: en el mundo de los publicistas corre una loca versión. Nos dicen que Jorge Vergara, el mero mero del grupo Omnilife, propietario de las Chivas del Guadalajara, explora la posibilidad de buscar la candidatura independiente a la Presidencia de la República.
La versión asegura que ya instaló un call center y que contrató un grupo de expertos que estudian sus posibilidades.
No pudimos confirmarlo, pero si es así, mejor que se ahorre el dinero.
- Lección para México:
Emmanuel Macron ganó en Francia sin partido, sin haber ocupado un cargo de elección popular, sin una posición clara en el tablero político, como subrayó ayer el editorial del prestigiado vespertino Le Monde. El joven centrista supo aprovecharse de cada golpe de suerte.
“La suerte no le falta. Tampoco talento. Intuyó que el actual sistema de partidos está al borde del hundimiento. Encarna la renovación de la vida política”, puntualizó Le Monde.
Su éxito es la derrota del racismo, la xenofobia, la exclusión, el cierre de las fronteras a los refugiados, el aislacionismo, el “Frexit”.
En el país cuna de la igualdad, la fraternidad, la libertad, no tienen futuro slogans como La France aux francais que es la versión gala de America First.
En las elecciones de Francia hay otra obligada lectura para México y su agotado sistema de partidos. Macron ganó cómodamente en la segunda vuelta.
En México, las encuestas no le otorgan a ninguno de los candidatos presidenciales —ni siquiera al favorito López Obrador— ni el 30 por ciento de los votos.
Es decir, el triunfador sólo tendría el sufragio de tres de cada diez mexicanos.
Ese porcentaje es un riesgo para la gobernanza. Se lo escuché algún día a Manlio Fabio Beltrones. Lo comparto al 100.
Es evidente que el futuro en nuestro país son los gobiernos de coalición o la segunda vuelta en las presidenciales. Pero ya no hay tiempo para una Reforma Electoral con modificaciones a la Constitución.
Nuestros políticos no se pudieron poner de acuerdo en la segunda vuelta. Es un peligro para El Peje y para el PRI.
Les aterra la posibilidad que les echen montón. Significa una derrota segura.
Lamentable. La segunda vuelta vuelve a erigirse como valladar contra el populismo, la demagogia y el discurso barato.
Macron ganó con el 66 por ciento de los sufragios a Marine Le Pen, la versión francesa de Donald Trump.
No sólo es el segundo resultado más alto de la V República, después del gaullista Jacques Chirac sobre el padre de Marine Le Pen, el también extremista Jean Marie Le Pen, en el 2002.