El lenguaje del Presidente
Por Francisco Garfias | Se armó el merequetengue con la frase “no hay chile que les embone” que nos dijo el presidente Peña, el pasado lunes en Los Pinos, al referirse al “sospechosismo” que ha rodeado la captura de Javier Duarte.
Son abundantes las fantásticas versiones que proliferan en las redes sociales de que se trató de una maniobra político-electoral para tratar de levantar al alicaído PRI y un circo para distraer al pueblo.
Está claro que esas versiones son manipulación pura y están montadas en la bien ganada desconfianza ciudadana hacia el gobierno.
Basta con mirar las redes sociales para darnos una idea del impacto que la detención de Duarte ha tenido en los cibernautas.
En 70 comentarios que había en Facebook debajo de la pregunta ¿qué piensas de la captura de Javier Duarte? No había uno positivo.
Más bien la estrategia para descalificar fue de otros.
A mí no me parece cosa menor que hayan atrapado a ese corrupto mayor que es el exgóber de Veracruz, quien robó el equivalente a 35 mil millones de pesos durante su gestión, según los cálculos más moderados.
Me pregunto: ¿qué anda haciendo López Obrador, personificación misma de la “honestidad valiente”, de abogado defensor del “chivo expiatorio” —eso dijo— que es Duarte?
Muchos manifestaron su rechazo a la coloquial frase “No hay chile que les embone” que Peña Nieto utilizó para responder a sus críticos. Otros le reprocharon su falta de sutileza, porque no la consideran propia de su alta investidura.
A mí, francamente, sí me gustó que el Presidente dejara de lado la solemnidad y hablara con este reportero como cualquier hombre de la calle.
Javier Duarte duró prófugo 185 días y El Chapo 180 días. Se aventó cinco días más. Fue un corrupto hábil, dice el senador del PRI, Héctor Yunes Landa, presidente de la Comisión Anticorrupción.
Al legislador veracruzano, archienemigo de Duarte, lo buscamos para que nos diera su opinión sobre las teorías del complot alrededor de la captura del exgobernador de Veracruz.
“¿Acuerdo electoral a favor de quién? ¿A favor del PRI que lo detuvo? ¿En contra porque era un gobernador priista y los priistas son corruptos? ¿A quién le sirve?”, preguntó Yunes Landa.
El legislador del PRI brincó espontáneamente a la famosa expresión de Duarte que tanta tinta ha hecho correr. “Se preguntan, ¿de qué se ríe? Pero yo no le vi ninguna sonrisa a Duarte. Le vi una mueca.
“Javier no tenía más que expresiones fuera de control. Sabía que estaban las cámaras. Seguramente, no quería verse deprimido, humillado…
El presidente de la Comisión Anticorrupción del Senado hizo una pausa y entró al tema de fondo:
“Mira, Pancho, lo importante aquí es que no es suficiente que detengan a Duarte, no es suficiente que lo metan a la cárcel, no es suficiente que devuelva lo que se robó.
“Tienen que ir contra los demás que participaron en este robo colectivo impresionante, tengan cargos de representación popular o no. Tienen que ir por todos y que ellos también devuelvan”.
Y fue al grano: el gobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes tiene que ser muy claro cuando diga qué negoció con Moisés Mansur (socio de Duarte), con quien se entrevistó, y quien, supuestamente, le dio información.
No fue detenido, siendo que estaba involucrado. No hay orden de aprehensión.
“Algo adicional: que nos diga el gobernador qué pasó con el helicóptero, el avión que decomisó ¿En calidad de que tiene esos aparatos si ya están incorporados a los bienes del gobierno del estado? ¿Por qué motivo los decomisó?
¿Si hay “vómito negro”, con eso se paga la corrupción? ¿Hubo dinero en efectivo? ¿Si lo hubo dónde lo metió? ¿En una cuenta personal? ¿En una del gobierno del estado?
Son preguntas.
Ya que estamos. Hay honda preocupación en el priismo veracruzano por las elecciones municipales que se llevarán a cabo simultáneas a las de gobernador en el Estado de México, Coahuila y Veracruz.
En el CEN del tricolor no los voltean a ver. Pareciera que ya entregaron la plaza y que consideran una pérdida de tiempo y de recursos invertir en el estado que Javier Duarte dejó en la calle.
A los veracruzanos del tricolor no les ha pasado desapercibido que el presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, habla de ganar “3de3” —las elecciones de gobernador. “Se le olvida que son cuatro”, dice el propio Yunes Landa.
Se quejan de que no les manda un quinto para la campaña en Veracruz. Nada. El partido está en quiebra. No hay ni para papel de baño. Pero no están dispuestos a dejar que se hunda el barco. Ya se movilizan en busca de apoyos. Ayer mismo hubo una importante reunión.
El tema de la Fiscalía Especial, que sustituirá a la Procuraduría General de la República, —está congelado—. “La Comisión de Puntos constitucionales nomás no se mueve”, acusa el senador del PAN, Ernesto Ruffo.
¿Qué motiva ese congelamiento? “El PRI no quiere eliminar el pase automático que convertiría al procurador en fiscal general”, puntualizó el bajacaliforniano.
La rígida postura de los senadores del PRI no se ha relajado, a pesar de que el Ejecutivo ya envió al Senado una iniciativa para eliminar el pase automático.
Ruffo nos adelantó que el próximo 24 de abril, senadores y diputados de oposición harán un foro en la casona de Xicoténcatl, junto con organizaciones de la sociedad civil, para hacer presión y obligar al PRI a legislar la iniciativa de Peña.