Reinas de belleza, niñas vírgenes y famosas de tv: las amantes de Pablo Escobar
Por Gaby Cociffi | Las mujeres más bellas que amó en la clandestinidad. Las modelos que compró con dinero. Las jóvencitas de 14 a 17 años que lo enloquecían. Las asesinadas por “delatoras”. Todos los secretos de alcoba del poderoso y temible jefe del Cartel de Medellín.
«El Patrón sólo tuvo tres amantes. Las demás fueron mujeres de paso, hembras para una noche o un fin de semana. Por su cama gatearon desnudas reinas de belleza, modelos, presentadoras de televisión, deportistas, colegialas y mujeres del montón… Eso sí, todas hermosas».
Las chicas vírgenes eran su debilidad. Lo dice el sicario, también los miembros del Bloque de Búsqueda que lo persiguieron durante años y los artículos aparecidos en la prensa colombiana en esa sangrienta década. El escritor Germán Castro Caycedo detalló con precisión ese submundo en su libro «Operación Pablo Escobar».
Escobar tenía un grupo de chicos jóvenes, a quienes llamaba «Los Señuelos», quienes le buscaban muchachas de 14 a 17 años que aún conservaran su virginidad. Los jóvenes las convencían de acompañarlos, se las llevaban al capo, y las niñas tenían su primera experiencia sexual en esos días que permanecían a merced del narco. Casi todas eran de barrios humildes.
A las más bellas, que dudaban y se resistían, llegaban a ofrecerles un auto o una moto de regalo. También un apartamento en un barrio popular. A las demás, dinero. Escobar afirmaba con el pecho inflado: «Estas chicas pierden la brújula con ver solamente un fajo de billetes».
¿Cómo es posible que nos caigan esos malparidos? Nos están delatando. Es mejor darle un viajecito a las ‘palomas’”, ordenó Escobar y empezó la matanza
El comandante Hugo Aguilar Naranjo, uno de los hombres clave en la caída de Escobar, cuenta que esa debilidad por las niñas llegó a oídos de la policía. Y los uniformados, luego de varias semanas de investigación, ofrecieron dinero por información. Así llegaron a uno de «Los Señuelos», quien aceptó llevarlos hasta «la mina de las muchachas puras», como llamaban al lugar donde los narcos buscaban a las jóvenes para prostituirlas.
–Y, ¿cómo vamos a hacer la operación?- le preguntaron al chico.
–Fácil: el próximo viernes voy a llevar a una muchacha a Cocorná, en la selva del Magdalena Medio. El Patrón va a estar allí esperándola.
La chica tenía 16 años, era jugadora del equipo de voleibol de Antioquia: blanca, espigada, piernas largas, cintura mínima. La llevaron por aire y por tierra, esperando atrapar a Escobar por sorpresa. Pero la operación falló: el zar de la droga escapó y se ocultó en la selva antes de que pudieran caerle encima.