De pie para recibir a Iskra Lawrence y sus curvas perfectas.

Por Carlos Y | Muchas cosas se podrán decir de Iskra Lawrence, pero lo cierto es que ha demostrado ser totalmente auténtica al enseñar su cuerpo tal cual es, sin retoques en las fotografías, a pesar de “no cumplir” con los requisitos de extrema delgadez de la moda actual.

Ha abanderado toda una campaña para que las personas acepten su cuerpo como es, sin pensar en que no es bello solo por el hecho de que la industria de la moda pide ciertas tallas. Por ello, Iskra es nuestra Chica de la Semana, y eso sí, ¡una muy auténtica!

La idea principal de Iskra, quien ha tratado de difundirla, sobre todo entre las jovencitas que aspiran a entrar al mundo de la moda es: “tu verdadero yo, es sexi”.

Un poco de más carne por aquí, algunas estrías, celulitis, ¿qué más da? No es necesario retocar las fotografías, sino mostrarse tal cual. Eso le ha ganado millones de seguidores.

“No justifico los atracones de comida. Como lo que quiero, con moderación. Como papas fritas, pero también hago comidas caseras saludables y hago ejercicio regularmente”, ha dicho.

Claro que su cuerpo se nota que lo ha trabajado, su “problema” habían sido sus muslos grandes, lo que le cerró la puerta en varios lugares del mundo del modelaje, pero le abrió una más importante: aceptarse a sí misma.

Su honestidad le ha ganado el respeto de la gente, y algunas marcas la han contratado para ser su imagen.

En Instagram solamente, tiene 2.8 millones de seguidores.

Gracias a su labor, al parecer comienza a cambiar el estereotipo de la mujer “perfecta”, que desde las pasarelas, el cine y la televisión nos habían mostrado desde hace décadas.

A través de las redes sociales ha continuado con su campaña, donde aparece comiendo y sobre todo, gozando:

Y recientemente ha llevado su discurso a las calles, en específico al Metro de Nueva York, donde se quedó en ropa interior, mientras hablaba de la importancia de aceptarse y quererse a uno mismo, a mirarse al espejo y no pensar en lo que la sociedad exige, ya que, dice, somos mucho más que eso.